Alejo Quesada Soto

SONY DSC

Yo sembré agua

Don Alejo Quesada Soto es vecino de Piedades Norte, agricultor de toda la vida y reconoce que una de sus ambiciones es cuidar el medio ambiente. Es padre de tres hijos y además es un cariñoso abuelo; posee una propiedad de aproximadamente 2 hectáreas, la cual trabaja y protege junto a su esposa y sus hijos, los cuales le ayudan aunque tienen otros trabajos a nivel profesional.

Don Alejo ha trabajado por más de doce años en la reforestación de su finca para proteger las nacientes de agua y el río, brindando protección a unos 80 metros de su caudal; y con su afable modo de ser nos cuenta como logró sembrar agua en su propiedad.

Su finca anteriormente pertenecía a su padre, tenía una pequeña naciente con poca agua,  lo cual les obligaba a traer agua de otra finca cercana.  Conversando con algunos vecinos de mayor edad le comentaron que siempre los bueyes tomaban agua, en una parte de su terreno donde hay una siembra de bambú. Con esa pista y la ayuda de otra persona descubrió otra naciente, aproximadamente a unos 5 metros de la anterior. Entonces empezó a cuidar la bambú, a sembrar árboles y poco a poco, el caudal fue aumentando. Luego decidió instalar una bomba de ariete para llevar el agua a otras partes de su finca, un amigo le vendió la bomba en un bajo precio y su hermano le ayudó a instalarla y lo motivó a aprender su funcionamiento y reparación, ahora incluso ha instalado este sistema a otros agricultores. Con el tiempo la reforestación de su finca fue dando fruto,  el caudal de las nacientes aumentó, y ahora no le ha falta agua, incluso en el verano. El agua de la naciente es utilizada para sembrar café por goteo, para atomizar e incluso para consumo humano.

Este tipo de bombas hidráulicas funcionan por la energía cinética de un golpe de ariete en el agua y permiten subir parte de esa agua un nivel superior, no necesitan por lo tanto aporte de otra energía exterior como electricidad o combustible.

 Don Alejo nos comenta que lo han visitado  varios ambientalistas, así como funcionarios de Comercio Justo, para ver sus cultivos de caña de azúcar, café y su experiencia de “siembra de agua”, a los cuales les ha explicado:

Yo no tengo estudio sobre eso,  pero el estudio mío ha sido a la manera de ver la naturaleza y como ha crecido el agua con la protección que le he dado”.

Don Alejo trabaja más en café, pero también le gusta trabajar la caña de azúcar. Según nos comenta sus padres le enseñaron a trabajar en el trapiche y el no quiere dejar los cultivos de caña. Todos los años trata de sembrar al menos dos toneladas de caña, gracias al préstamo que la cooperativa le realiza. Agradece esta ayuda  que la cooperativa le brinda a él y a muchos otros pequeños productores. Indica que con las actividades agrícolas «no ha hecho mucho dinero pero sí vive tranquilo»

También nos comenta Don Alejo sobre la experiencia que tuvo hace unos años con la aplicación de grandes cantidades de herbicidas químicos en un área de su finca dedicada al café. La producción le disminuyó a la mitad, además tuvo plagas en sus cultivos como ojo de gallo y chasparria, empezó entonces a aplicar cal, y fertilizantes orgánicos y la tierra poco a poco se fue desintoxicando hasta recuperarse completamente. Indica que fue un gran error debido a la falta de conocimiento, por lo cual considera que hay que poner atención en las charlas o capacitaciones.  Además nos comenta que ahora es muy cuidadoso con el uso de productos químicos y con los equipos de protección que se utilizan al aplicarlos, para evitar los daños a la tierra, al trabajador y a su familia.

Don Alejo Quesada es miembro del Consejo de Administración de Coopecañera desde hace varios años y además participa como líder comunal en la Asociación de Desarrollo de Piedades Norte.

Coopecañera – Costa Rica – Pequeños productores de azúcar de comercio justo

Translate »